domingo, 5 de junio de 2011

Literatura: Doña Epifania y el Niño Condori



"Doña Epifania y el Niño Condori”

Existía en un pueblo del campo, una muchacha llamada Epifanía, conocida como Epifanía. Ella vivía con su tío Eusebio que era hombre alcohólico, en un lugar llamado "La Ranchada", ya que era un barrio muy humilde y todos los habitantes del lugar comentaban que todas sus casas eran ranchos.
Epifania era una mujer gorda, de pelo color negro, muy fea de cara, hasta bigotes tenía. Pasaba todos los días por la casa de historietas y se compraba, como minino, diez de ellas por día. Tenía  dos amigos: un niño de 8 años, apodado Condori, y José, el coleccionista de comics número dos, ya que ella era la número uno del pueblo. Juntos debatían los números de cada semana, las locas aventuras que se desarrollaban, quién era el superhéroe más arriesgado, el que se encargaba de vencer más rápido el mal, y otras cosas más.  Tanto leía historietas que Epifania  se volvió loca. Su locura fue tan grande que creyó estar metida en una de ellas. Entonces agarró sus botas voladoras, que en realidad eran unos patines de los años 50, y tomó los cordones de sus zapatillas, que ella creía que eran sus látigos poderosos. Después pensó en cómo se llamaría y se apodó "La chica látigo". Ahora sólo le faltaba buscarse un enamorado.  ¿Quién podría ser? Imaginaba que podría ser su peor enemigo, llamado Robert, con quien ella había tenido aventuras amorosas en algún tiempo pasado. Entonces,  ella decidió llamarlo Ice-mano .
Creyendo que era parte de la historieta, puso en marcha sus botas voladoras y comenzó a volar por la ciudad en busca de aventuras. De pronto sintió que alguien la perseguía, se dio vuelta pero nadie había. Ella se paró en una esquina y empezó a dar su discurso de nueva "heroína" en la ciudad. Cuando estaba allí, en un descuido, un fuerte golpe en su cabeza la hizo desmayar. Al despertarse de ese golpe ,se encontró rodeada de superhéroes. Estaba Batman, Robín , Superman, la mujer maravilla y hasta su enamorado, pero en realidad eran unos cuantos borrachos que al destapar una champagne le pegaron con el corcho en la nuca. La rodearon en un círculo y juntos, riendo a las carcajadas, le dijeron:
 - ¡Mujer , muestra las habilidades que tú tienes para considerarte una heroína! [i] - ella no sabía cómo hacer, se encontraba desesperada por impresionar a los héroes, entonces tomó sus armas y empezó a mostrar sus habilidades. Cuando de pronto  se acerca un ladron y le arrebata un bolso a unos de los borrachos, entonces Epifanía fue en busca del bolso, corrió tan fuerte que se empezó a agitar pero puedo alcanzarlo y esta se le arrebato por encima dejándolo inmóvil en el piso , aunque en realidad con lo que ella pesaba lo dejo medio moribundo, tomo uno de sus cordones  y le ato los dedos dejándoselos morados , luego se levanto y le empezó a pegar  con los cordones.  Al hacer esto todos se quedaron admirados  y decidieron llamarla "Latichica" solo para burlarse porque se dieron cuenta que estaba algo loca.
Más tarde se encontró  [ii] con una mujer que era una simple verdulera, pero ella la veía como su enemiga, ya que suponía que esta mujer amaba a Robert. Se detuvo frente a ella y le dijo:  ¡¡Sueña con que Robert se fije en ti! -la mujer no le llevó el apunte y siguió de largo. Enseguida ella se le acercó y la escupió en la cara, creyendo que su saliva era ácido.
La joven dándose vuelta, le pegó una fuerte trompada que la dejó desmayada. Al rato un hombre la encontró en el piso con su boca sangrando, y decidió llevársela al comisario del pueblo. Su amigo Condori -el niño de 8 años- fue a buscarla a la comisaria junto con su madre y la sacaron  de allí. Latichica les conto que se había enfrentado  a las bofetadas con otra mujer por Robert. El niño no comprendía nada, y pensó que ella estaba volviéndose loca ya que el joven Robert , al que ella tanto nombraba, era un héroe de las historietas, pero él no sabía que su único enamorado se llama Robert y que desde el día en que éste la había dejado, ella lo consideraba su peor enemigo .
Entonces, el niño llamo a José  y le dio las historietas del Poderoso Robert para que se las lleve al vendedor de comics para que Epifania no las encontrara más .  Llegado el otro día, ella se encontraba en la casa con su tío Eusebio. En un momento, cuando él se levantó para tomar un poco de ron, asustado salió corriendo al escuchar los chillidos de un chancho y se encontró con Epifanía corriendo efectivamente tras un chanco. El tío le preguntó que estaba haciendo y ella le contestó que ese villano volaba a mayor velocidad que ella. Eusebio la llevó de los pelos para la casa porque se dio cuenta de que estaba un poco loca. Más tarde, estando en su habitación, desesperadamente buscó las historietas, empezó a sudar porque no las encontraba y le preguntó a  Eusebio si las había visto y él le dijo que las tenía en una guarida secreta porque estas valían oro. Durante un tiempo se quedó tranquila, ya que pensó que no había criminales en la gran ciudad. Pero un tiempo después convenció al Niño Condori para que cumpliera el rol de superchico. El niño en su inocencia, le pidió que hicieran un pacto: su recompensa tenía que ser una tonelada de chocolates que venían con muñequitos de superhéroes.
El niño convencido agarro su monopatín  y, junto  a Epifanía, marcharon buscando locas aventuras. En el camino, llegaron hasta el centro del pueblo, donde se encontraba un bar de rock country de tres pisos de altura. Entonces ella tomándole la mano al niño le dijo:
- ¿Ves eso superchico?
- ¿De qué me hablas?
- Ese monstruo de tres cabezas... Se escapó del lago.. Y viene a prender fuego la ciudad -el niño moría de carcajadas- Por favor,  Epi, es un simple bar- agregó Condori.
- No sabes nada de combatir el mal, apártate por favor y déjame esto a mí, aún eres muy niño – y de un golpe le quitó el monopatín y empezó a dirigirse hacia la puerta del lugar. Sólo paró cuando se topó en la entrada con una puerta gigante de vidrio. Enojadísima, agarró el monopatín y empezó a romper la puerta. Condori desesperado no sabía qué hacer, toda la gente miraba. Entonces, salió el encargado del bar y le dijo:
-Ahora tú me tienes que pagar esto.  
-¿A qué se refiere? –le contesto ella- Esto es obra de Robert,  más conocido como Ice-man.
- ¿Usted me está viendo la cara o se hace la viva?- contestó enojado el encargado.
- ¿No lo ve, señor?  Robert se llevó al monstruo de tres cabezas y dejó su huella: ¡esta puerta enorme de hielo!
En ese momento,  ella agarró el monopatín y creyó que estaba en un super-auto  y de la mano tomó al niño y salieron en busca de otras aventuras en la ciudad.

 

1 comentario:

  1. Muy bueno, Wanda!!! También podés colgar las actividades de presentación con el texto y el poema lista me gusta/no me gusta.

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